Hablemos de la fertilización de los pastos y respondamos tres preguntas: por qué fertilizar los pastos, cuáles son los principales nutrientes utilizados y si vale la pena fertilizar.
Es importante resaltar que tanto en el sur de Brasil como en el trópico, los suelos tienen escasa fertilidad natural con escasez de nutrientes y este es el primer punto para justificar la fertilización de los pastos. Los pastos cultivados fueron creados mediante un proceso de mejoramiento genético de selección y tienen un gran potencial en la respuesta productiva de materia seca siempre y cuando se cubran las deficiencias de todos los nutrientes necesarios. Y ahí es donde entra en juego la fertilización, que sirve exactamente para ese propósito.
Principales nutrientes utilizados
Los principales nutrientes utilizados, además del NPK, que son nitrógeno, fósforo y potasio, son el calcio y el magnesio, que se obtienen principalmente mediante el encalado del suelo. Es importante resaltar que el principal nutriente responsable de limitar la producción, especialmente de gramíneas, es el nitrógeno. En segundo lugar se encuentra el fósforo y en tercer lugar el potasio, en la gran mayoría de los casos. Evidentemente hay excepciones, pero en general y hablando principalmente de gramíneas, tanto tropicales como de invierno, el nitrógeno es el principal factor limitante, seguido del fósforo.
¿Vale la pena fertilizar?
Cuando estamos en el campo, escuchamos muchas preguntas de algunos productores sobre si vale la pena fertilizar sus pastos y la respuesta es muy simple: ¡sí, lo es! Y podemos justificar esto de varias maneras. De forma más directa, tomemos el ejemplo del pasto de raigrás donde podemos comparar una misma hectárea con fertilización y sin fertilización.
¡Vamos allá! Pensemos que en un área que no está fertilizada habrá una inversión sólo en semilla y costos operativos para la siembra de un promedio de R$ 300 y en el área donde habrá fertilización un gasto promedio de R$ 700 a R$ 800, esto con un precio razonable. fertilizantes.
El área sin fertilización producirá alrededor de 1500 a 2000 kg de materia seca, como máximo, mientras que el área que será fertilizada tiene potencial para producir de 7 a 8 mil, o incluso más, kilogramos de materia seca por hectárea. Si se toma la inversión dividida por la producción, verás que el kilogramo de materia seca producido es más barato en la zona fertilizada.
Ésta es sólo una forma sencilla de responder si vale la pena fertilizar. Hay otras justificaciones cuando hablamos de negocios y este negocio puede justificarse. Por ejemplo, en el área fertilizada donde se prevé pastoreo, hay mayor capacidad de soporte debido al mayor potencial de materia seca, es decir, más animales por hectárea, y es posible hacerlo en áreas más pequeñas para la misma cantidad de animales. . Estas áreas fertilizadas ampliarán el pastoreo.
En definitiva, se trata de una serie de beneficios que impactarán positivamente en el sistema productivo cuando se realice la inversión necesaria en fertilización, siempre y cuando esté justificada, adaptada al sistema y negocio y orientada de forma compatible con el sistema productivo en el que se encuentra. su tiempo productivo.
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